Ayer te contaba algunas diferencias grandes que he podido notar mucho entre Corea y Japón, sobre todo a nivel económico. Hoy te enseño lo bien que lo pasamos en un animal café de Hongdae.
Pero antes de llegar ahí… tengo que hablarte se una callecita escondida en la zona en la que nos estamos alojando:
Changsindong, juguetes y papelería
Así por el título puede que no llame mucho de primeras. Bueno la parte de papelería si, al menos para los que tienen su propia papelería montada en casa como yo. Pero déjame enseñarte una foto:
Pues si. Cuando en google pone «juguetes» los frikis sabemos que se refiere también a figuras, coleccionables y demás objetos relacionados con este hobby.
Resulta que además de las típicas tiendas de juguetes, estas esconden juegos de mesa, figuras y papelería muy original (y mas barata que en Japón). En esta primera tienda encontramos bastantes figuras que en España pueden costar fácil de 30 a 40€ por 23 – 26€. KM (que es mi pareja) ha tenido que tirar de mi para sacarme de allí sin llevarme media tienda con la excusa del espacio en la maleta. La verdad es que no le falta razón.
En frente hay una tienda especializada en lego y gashapons sueltos (sin sorpresa, ya te llevas el que quieres porque están a la vista). Creo que esta la visitaré el último día por gastar moneditas. El plan mola, ahora a ver si cuela.
Comemos cerca barbacoa coreana antes de entrar al metro. Ahora si:
Suricatos, jinetas, zorros, canguros y…
No me puedo olvidar del mapache. Aunque no lo quieran son las estrellas. Que narices, ¡si que quieren! Siempre llaman la atención por lo juguetones y traviesos que son.
Si me sigues en las redes puede que hayas visto, sobre todo en Instagram, alguno de los vídeos que pude grabar. Fue un rato muy divertido. Además sacaron a todos los animales poco a poco. Por ejemplo, los suricatos los tienen en un recinto vallado y puedes entrar en grupos de seis y estar sentado entre ellos durante 30 minutos.
Son muy monos y sociables. Eso si, hay normas muy estrictas: nada de cosas en los bolsillos (se meten a cotillear), nada de comida, nada de colgantes o pendientes grandes (les encantan las cosas brillantes).
Uno se obcecó con los botones del peto de otra chica de nuestro grupo y estuvo los 30 minutos rascando el botón.
Pero ya saben algunos trucos y como son muy ágiles se te suben en un momento a los hombros o la cabeza.
Luego pudimos ver cómo sacaban a las jinetas, los zorros y los canguros.
Con las jinetas sacaron a los gatos salvajes. Los dos son preciosos, pelo claro y ojos claros también. Cuando te miran con esa cara, te quedas de piedra. Los gatos aunque sean salvajes están domesticados y son como un gato normal. Pero las jinetas son más rápidas, más tímidas y mucho más ágiles.
Los zorros son dos: un zorro del ártico y un zorro de plata. Cuando salen ellos, el resto de animales debe estar en su recinto. Son muy nerviosos y cuesta mas que se concentren. Nos enseñaron a darles de comer y a ¡pedirles un beso! Esto también lo tengo en mis Stories de Instagram.
Los canguros son mucho mas tranquilos y van a su rollo. Allí tenían a una mamá y su cría (que había perdido parte de la cola). Y otro canguro pequeño.
Solo puedes darle la comida que te den los encargados del centro. Son animales muy diferentes y mezclar la comida podría hacerles enfermar.
Nosotros estuvimos como dos horas en el café. Pagamos al entrar 12€ y la consumición es solo si quieres (por eso cobran entrada). Si te acercas, vas a poder estar con todos los animales. Siempre hay cuidadores pendientes de que no pase nada ni a los clientes ni a los animales.
Cena en Myeongdong
Cenamos en puestos de la calle y probamos varias cosas.yo empecé con lo que creía que era una tostada con un huevo frito, pero resultó que el pan estaba dulce, casi como una torrija. KM cogió un pincho de Tteok (pastel de arroz) y lo que parecían salchichas aunque luego sabían un poco a chorizo y seguimos con pollo frito picante:
Es una zona comercial más preparada para turistas (los pinchos están mas caros). Asistimos sin darnos cuenta a una pelea entre vendedores de comida ambulantes. Digo asistimos pero es que estábamos sentados con una mujer que hacía fotos al estado de los puestos, no sabemos si para luego intentar denunciar o que, pero apareció el que llevaba aquellos y se pusieron a insultarse. He de decir, que las señoras coreanas dan miedo. Ya he visto en varias ocasiones aquí momentos en los que sacan su genio… y señores, no saben cómo se las gastan.
En esta zona encontramos también varias tiendas en liquidación de mascarillas faciales y cremas varias. Cómo no, me tenía que aprovechar de la situación.
Sin más, nos recogemos al hotel, que para el sía siguiente hay mucha caminata. ¡Te sigo contando nuestros siguientes pasos!
Te dejo aquí el enlace al día siguiente con una visita muy especial a un pueblo antiguo y la torre de Seúl.